Sueños de piedra (Reseña)

SUEÑOS DE PIEDRA

Título: Sueños de Piedra
Autoras: Iria G. Parente y Selene M. Pascual

Género: fantasía juvenil

Editorial: Nocturna

Páginas: 573

¿Es una saga?: Sí. La segunda parte narra la vida de otros personajes, así que se puede leer como autoconclusivo.

Año de publicación: 2015

SINOPSIS

Érase una vez un reino muy, muy lejano donde un príncipe premió a un mago por ayudar a rescatar a una joven en apuros. 

Encantador. Lástima que nada de esto sea verdad.

En realidad, el príncipe sueña con gloria y venganza; el mago, con que sus hechizos no sean siempre un desastre y la joven en apuros, con huir de un pasado que la atormenta... y del recuerdo del hombre al que ha matado. 

Érase una vez...

                                                          OPINIÓN PERSONAL                                                    

Leí esta historia hace algunos meses, pero he querido dejar pasar un poco de tiempo antes de hacer la reseña para aclarar mis sentimientos respecto al libro. No me voy a andar con muchos rodeos. Sueños de Piedra es una novela que merece la pena leer, mucho, aunque solo sea por cómo está escrita. Cuando me puse con ella me estaba gustando tantísimo que empecé a darle el follón a dos buenas amigas, Sofía Aguerre y Lorena Pachecho, porque tenía la necesidad de hablar del contenido. Sin embargo, quizá por ese comienzo tan espectacular, tenía unas expectativas respecto al libro que no se cumplieron del todo, pero vayamos por partes.

La sinopsis no cuenta mucho de qué trata el libro. De hecho, no cuenta nada, así que voy a empezar hablando un poco de la historia sin entrar mucho en detalle.

Sueños de Piedra nos cuenta a dos voces y en primera persona la vida de sus protagonistas: Arthmael de Silfos y Lynne.

 



"—Que el del hijo bastardo se atreva a darme lecciones de moralidad... Por lo menos yo no he dejado embarazada a ninguna mujer. Creo."

 Él es un príncipe que no busca gloria ni venganza, sino más bien ganarse el favor de su pueblo. Un buen día, su padre, el Rey de Silfos, decide que la corona va a heredarla su hijo bastardo Jacques. La fama de Arthmael es de mujeriego y despreocupado, de que no le importa nadie más que sí mismo, mientras que su hermano es un noble querido y respetado en Silfos. Sin embargo, el príncipe está dispuesto a demostrar que es digno de la corona y no duda en recorrer el país para labrarse una reputación de héroe que le preceda.

"—Harta. Harta de cuerpos desconocidos, de ser una muñeca, de que me usen para tirarme, de que me tiren para usarme."

Lynne es una chica que se quedó huérfana a temprana edad y se vio obligada a mendigar en las calles. Medio moribunda por el hambre y el frío, Kenan la recogió con la promesa de cuidar de ella. El problema es que Kenan resultó ser el dueño de un prostíbulo y Lynne tuvo que pasar varios años retenida allí, dejando que hicieran con ella lo que quisieran a cambio de unas míseras monedas. Tras huir de allí, lo único que quiere es alejarse de esa vida y empezar otra, muy lejos de Silfos.

Después de una serie de circunstancias se encuentran a Hazan, el hechicero del que habla la sinopsis, y comienzan su aventura por toda Marabilia. Como toda buena aventura, tiene sus peligros, sus misiones, sus momentos de conocer lugares impresionantes y, en este caso, su historia de amor.

Una cosa que me ha gustado mucho es que sea el típico y sencillo grupo de toda la vida: el mago, el guerrero y la pícara. No hay nada más común a la hora de vivir una aventura, pero me gusta esa mezcla entre lo clásico de escoger esos tres roles y la originalidad con la que se ha dotado a todos ellos. Parece una tontería pero es una especie de norma en los videojuegos de fantasía que, si el grupo es de tres, lo más eficaz es que sean ellos porque la combinación de todos será perfecta. Y así es.

Hasta aquí parece una típica historia de fantasía medieval. ¿Qué tiene entonces para que sea tan famosa y bien recibida? Tres sencillas razones. 

La primera es la forma en la que está escrita. La narración es preciosa y perfecta. Magistral, diría. No se nota en ningún momento que sean dos plumas distintas, sino que encajan a la perfección. Tiene muchísimas frases que llaman la atención por lo bien compuestas que están y por lo bonitas que son. Creo que podría llenar una libreta entera solo con citas de Sueños de Piedra.

Además, hay un humor muy sutil que arranca más de una carcajada. Personalmente, me gustan mucho estos detalles, porque no se puede considerar un libro cómico, pero eso no quiere decir que no te pueda hacer reír.

La segunda son Arthmael y Lynne. Son dos personajes muy bien construidos y muy logrados. Están en constante evolución según lo que van viviendo y eso los hace sentir más reales. Con sus virtudes y sus defectos, ambos me han gustado mucho. Además, son dos protagonistas que en principio distan un poco a lo que estamos acostumbrados. Él no aparenta ser el típico príncipe de un cuento y de ella mejor ni hablamos. Pero, al conocerlos un poco, bajo la coraza que utiliza cada uno, descubrimos que no son tan fríos o arrogantes como nos quieren hacer ver.

Y eso me lleva a la tercera razón. Es una historia de fantasía y aventura, sí, pero me encanta el carácter reivindicativo que tiene. Por un lado; las mujeres. Lynne, a pesar de ser de una época medieval, defiende que las mujeres tengan el mismo derecho que los hombres y lucha por poder tener un oficio que le guste y destacar dentro de él. Por otro lado; la trata de blancas. Es un tema muy duro y delicado y precisamente por eso me parece que es interesante que aparezca en el libro y además tan bien llevado.

Solo por estas tres cosas ya merece la pena el libro.

Algo que también me ha gustado, aunque no lo incluiría como razón para leer el libro sí o sí, es el romance. Es una de esas relaciones que empiezan cayéndose mal con un constante tira y afloja y una tensión palpable en el aire. Me ha gustado cómo empieza y cómo se desarrolla, aunque termine por coger demasiado protagonismo.

 

  "— Lo es, Lynne. Te quiero. Pero tú ya lo sospechabas, ¿verdad? Me has… visto mirándote demasiadas veces. Hoy y ayer y antes de ayer… Debe de haber un número limitado de veces en que nuestras manos se pueden rozar por accidente antes que resulte obvio que busco tocarte."

Sin embargo, no todo ha sido perfecto y he encontrado algunas cosillas que no me han gustado. Antes de nombrarlas quiero dejar claro una cosa. Para mí, las cosas buenas son tan buenas que suplen con creces todo esto. Aun así, creo que de haber sido diferente, podría haberse convertido en una de mis historias de fantasía favoritas y en una de mis mejores lecturas del año.

Lo primero que he visto flaquear han sido los personajes. Sí, ya sé que antes lo he puesto como punto positivo, pero no hablo de los protagonistas. Arthmael y Lynne son perfectos como principales, el problema es todo lo demás. Hazan, el hechicero con el que viajan y aparece prácticamente todo el libro, apenas tiene protagonismo. Por la sinopsis yo imaginé que tendrían todos la misma importancia, pero no es así. De nuestro querido hechicero apenas conocemos nada. Es tierno y se le coge cariño, sí, pero porque en sus escasas apariciones tiene esa finalidad y porque Lynne nos lo repite una y otra vez. En Títeres de la Magia seguro que lo conozco mejor, pero me habría gustado profundizar más en él en esta primera parte. Si Hazan, que aparece en la sinopsis, tiene tan poco papel... Imaginad el resto. Puedo nombrar en una línea todos los personajes que aparecen y que tengan un mínimo de protagonismo, entendiendo como protagonismo que se puedan considerar al menos secundarios: Kenan, Jacques y su mujer, el rey, la hermana de Hazan, la princesa y el rey de Dione. Creo que no me dejo ninguno, pero es que estoy contando como secundarios personajes que lo mismo aparecen dos veces o menos. A mí entender, un libro que tiene más de 500 páginas, da para mucho más en cuanto a personajes se refiere.

Otro aspecto negativo es que el libro va decayendo. Creo que podría dividirlo en dos mitades. La primera empieza de forma tan sublime que, conforme avanza la historia y ves que no sigue el ritmo, ves que el resto termina decepcionando un poco. Esto se debe a que, llegados a cierto punto, las autoras se centran tantísimo en la historia de amor que muchas otras cosas se quedan por el camino. No me malinterpretéis, ya he dicho antes que me ha gustado el romance. Soy de esas que valora más una historia si tiene amor de por medio. En esta, como no podía ser menos, estaba deseando que terminase ese tira y afloja de los dos. Me ha parecido una historia de amor muy muy muy bonita y me ha encantado la forma que tienen de quererse, tan sana y dejando espacio, pero el tema es que, una vez llega, echa raíces y crece tanto que no deja salir otras tramas. No es que decaiga la acción, se mantiene al mismo nivel más o menos todo el libro, pero creo que esto nos ha impedido conocer a otros personajes, entre ellos a Hazan.
También ha influido que llega un momento en el que el monólogo interior de los protagonistas se empieza a hacer repetitivo, sobre todo en el caso de Lynne (¡Oh, nunca llegaré a ser nada por mí misma porque solo me quieren por mi cuerpo! ¡Pero sí valgo para algo más! ¡Pero no puedo porque solo sirvo para una cosa y es para que me usen! ¡Pero sí puedo ser buena para más cosas! ¡Pero no porque solo me quieren para que les dé placer!... Y así durante muchas páginas y muchos capítulos). Me gusta que tenga ese conflicto interior. Me gusta que madure respecto a él y que varíe dependiendo de sus circunstancias, pero creo que con tres o cuatro referencias habría sido más que suficiente. Prácticamente sale en todos los capítulos de ella.


Y por último, pero no menos importante, está el tema de la obviedad. Hay bases para una buena intriga a lo largo del libro. Sin embargo, resulta un poco evidente y predecible por el primer punto que nombré: la falta de personajes. Cuando hay un malo oculto, no es lo mismo si tienes que elegir entre veinte personajes sospechosos que si solo tienes tres.
Aquí quiero nombrar también el final. Creo, y sé que no seré la única, a la que le ha chirriado un poco. Aquí voy a hacer spoiler del final, así que si sigues leyendo es bajo tu responsabilidad:

Os sitúo. Kenan tiene a Lynne y escribe a Arthmael para hacerle saber lo que está haciendo con ella. Él, presa del dolor y de la estupidez humana, va SOLO a por ella y le dice a su hermano que vaya DOS HORAS DESPUÉS. Creo que del futuro rey de un país se tendría que esperar mucho más. O sea, tienes bastantes hombres a tu servicio, seguro que alguno más sigiloso, más hábil o lo que sea. Utilízalos.
El caso es que él va solo, la rescata, todo termina bien y termina pillando a la que ya imaginábamos que era la mala malísima. Y resulta que les hace la pirula y se va como si nada solo porque lleva al sobrino de Arthmael en las entrañas. Entiendo que no quieran matarla hasta que dé a luz pero, ¿por qué no la buscan luego? Esa mujer mata a mi padre, es la responsable de que violen y torturen a mi novio y le falta Marabilia para esconderse.
Y luego está el hecho de los diez años que pasan hasta el reencuentro. Es una tontería, pero me parece demasiado tiempo. Cinco está bien, diez es hacernos sufrir gratuitamente.

Al margen de esto, y volviendo a otro de sus muchos aspectos positivos, quiero destacar la maquetación, porque me parece preciosa y muy cuidada. Además, viene con un mapa, que le da un toque genial a todos los libros con mundos inventados. Nocturna suele cuidar mucho estos detalles y aquí no iba a ser menos.

Así que, resumiendo, Sueños de Piedra es un libro perfecto para todo aquel que le guste la fantasía juvenil, o simplemente disfrutar de una buena novela. Si entras en ese perfil y estás pensando en dejarlo pasar, mejor que no lo hagas. ¡Ni por todo el oro de Marabilia!

Valoración final:

¿Lo habéis leído? ¿Qué os pareció?

¡Un besote!